El signo de russell

Qué detestables son los comunistas de salón...Y en este bendito país, asquerosamente manoseado, salen de las alcantarillas como cucarachas. Pero claro, nos son verdaderas cucarachas. Son de aquellas que andan por ahí sueltas (lamentablemente) portando anteojos de intelectual decadente (a veces no), disfrazados de austeridad pero con un nivel de vida que asusta hasta a los grillos (y ojo que aunque no sea de mi agrado, no tengo nada contra ese músico boliviano...)

Sí, ahora es cuando. Ahora es cuando hay que acabar con la opresión del imperio pero no me quiten mi vino importado, ni mis viajes a Europa, ni mis estadías en hoteles 5 estrellas, ni mi santa propiedad privada (porque ellos son los primeros en defenderla..., qué extraño, no?), ni mi 4x4, ni mis ostentosas parrilladas donde hay que ver como hago para poner toda la “carne” en el asador...

A los auténticos resabios humanos de las décadas que no volverán, de aquellos tiempos: sigan soñando con ese momento supremo en el que el pueblo gobierne y el Che les invite un chocolate. Sueñen, adelante pero no me hagan reír creyendo que eso va a poder darse porque con tanto frío, mis labios se van a convertir en senderos para que por ellos camine Tontín...